SISTOLE
La
contracción de las aurículas hace pasar la sangre a los ventrículos a través de
las válvulas auriculo-ventriculares. Mediante la sístole ventricular aumenta la
presión interventricular lo que causa la coaptación de las válvulas
auriculo-ventriculares e impiden que la sangre se devuelva a las aurículas y
que, por lo tanto, salga por las arterias, ya sea a los pulmones o al resto del
cuerpo. Después de la contracción el tejido muscular cardíaco se relaja y se da
paso a la diástole, auricular y ventricular.
DIASTOLE
La
diástole es el período en el que el corazón se relaja después de una
contracción, llamado período de sístole, en preparación para el llenado con
sangre circulatoria. En la diástole ventricular los ventrículos se relajan, y
en la diástole auricular las aurículas están relajadas.
Juntas
se las conoce como la diástole cardíaca y constituyen, aproximadamente, la
mitad de la duración del ciclo cardíaco, es decir, unos 0,5 segundos.
Durante
la diástole las aurículas se llenan de sangre por el retorno venoso desde los
tejidos por la vía de la vena cava superior e inferior y se produce un aumento
progresivo de la presión intra-auricular hasta superar la presión
intra-ventricular.
Durante
la diástole ventricular, la presión de los ventrículos cae por debajo del
inicio al que llegó durante la sístole.
PULSO
- En medicina, el pulso de una persona es la
pulsación provocada por la expansión de sus arterias como consecuencia de
la circulación de sangre bombeada por el corazón. Se obtiene por lo
general en partes del cuerpo donde las arterias se encuentran más próximas
a la piel, como en las muñecas o el cuello e incluso en la sien.
- El pulso se mide
manualmente con los dedos índice y medio; el pulso no se debe
tomar con el dedo pulgar, ya que éste tiene pulso propio que puede
interferir con la detección del pulso del paciente
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